martes, 16 de junio de 2009

Noticias desde Tandil (Gentileza de la Revista del Ciclón)



La peña tandilense “El Nuevo Gasómetro” sigue generando noticias que enorgullecen a los sanlorencistas de todo el mundo. Ya tiene más de 400 socios quienes están trabajando por su gran sueño: adquirir un terreno para construir su sede social, cultural y deportiva. No aflojen, cuervos.

Si hay algo que caracteriza a San Lorenzo de Almagro y a sus hinchas es esa rebeldía para superar momentos difíciles y para sobreponerse a cualquier tipo de adversidad. Es que, como reza aquella canción (que también fue película), “el amor es más fuerte”. Y allí están los integrantes de la Peña “El Nuevo Gasómetro” de Tandil para confirmarlo. Los cuervos de esa agrupación, que ya superan los 400, están trabajando arduamente para conseguir algo por lo que vienen luchando desde hace bastante: comprar un terreno para construir su sede social, cultural y deportiva. No es una tarea sencilla, está claro. Porque además de amor, esfuerzo y horas de trabajo hace falta dinero. Es por eso que lanzaron un bono contribución de cinco pesos para recaudar plata para ese fin.

“A través de esta bono queremos dar un paso en nuestro sueño de conseguir el terreno propio, que nos permita tener nuestra sede social. No disponer de un lugar físico nos priva de contar con nuestra biblioteca, nuestro lugar de enseñanza para los chicos y otras actividades que desarrollamos”, explica, ilusionado, el presidente de la peña, Ariel Risso.

Además de querer tener su sede, los cuervos de Tandil siguen peleando para obtener la Personería Jurídica, algo que les daría una entidad más formal a la agrupación y que le permitiría realizar más actividades. El tesorero Fernando García explica que “estaba previsto que la consigamos para diciembre, pero todavía está en trámite. Ocurre que se trata de plazos que no son sencillos. Nuestra idea es que nuestra peña apunte a lo social, y no solamente a lo futbolístico. Planeamos abocarnos a distintos aspectos, como la enseñanza de folklore”.

Y ahí siguen los cuervos de Tandil, con sus luchas quijotescas pero heroicas. Vendiendo bonos para adquirir un terreno para su sede, pugnando parar tener un reconocimiento oficial y demostrando que no importa que la cancha de San Lorenzo les quede a casi 400 kilómetros. Para ellos, el amor por el Ciclón es más fuerte que cualquier distancia.

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